En 1989 en la plaza de Tien-nam-men, un grupo de jóvenes protestaba por reformas democráticas. El gobierno chino disolvió dicha manifestación de la forma más violenta posible, dejando cientos de muertos. Sólo algunos alzaron la voz ante tal injusticia, uno de ellos fue el joven escritor Liao Yiwu, que con su poema "Masacre" consiguió pasar cuatro años en la cárcel. El periodo que pasó recluido le sirvió para conocer desde adentro las injusticias del régimen comunista. A su salida se dedicó a investigar y redactar las historias de los segregados del régimen, porque como él mismo lo señala: las buenas personas no tenemos voz.
"El paseante de cadáveres", su última novela, sigue bajo esa misma línea de recapitular historias. A caballo entre la antropología y la literatura, Liao se adentra en los rincones más indómitos de China. En ese viaje encontrará a personajes como Huang Tianyuan, viejo maestro Feng Shui que le enseñará que los grandes conocimientos no pertenecen a ningún tipo de mística, sino a las enseñanzas de la vida.
Campesinos, prostitutas, reos condenados a muerte, todos pasarán por la pluma de Liao para contarnos su vida, pero también para contarnos la historia de China, desde las revueltas contra el imperio, hasta los excesos de la Revolución Cultural en voz de un abad de más de cien años. Esos excesos no sólo fueron contra creyentes o burgueses, también contra campesinos como Tian Zhiguang que tuvo la mala suerte de encontrarse unos lingotes de oro en su casa y ser acusado por el gobierno de ladrón de tumbas, ser golpeado y encarcelado sin tener pruebas, sólo la confesión que le hicieron firmar a base de golpes.
Otro de los trabajos de Liao ha sido el de registrar los trabajos que se están extinguiendo por la occidentalización de China. Un preciso ejemplo es el de paseante de cadáveres, persona encargada de regresar a su lugar de origen a los recién fallecidos para poder completar su ciclo en la tierra. Pero no sólo es transportar un cadáver, también conlleva toda una clase de ritos, para que dicho ciclo se complete de forma correcta.
Liao Yiwu es un escritor segregado en su país por mostrar el lado negro del gobierno chino. Pero ellos no han entendido que su verdadera intención es mostrar el lado negro de la humanidad. Hay un proverbio chino que dice: "Tan venenoso como las serpientes", Liao Yiwu piensa que debe decir: "Tan venenoso como los humanos".
Reseña escrita por Alejandro Díaz, El Péndulo Condesa
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