En el discurso retórico ocurre más fácilmente caer en cursilerías o en afirmaciones erróneas cuando se habla con optimismo; en cambio el que trata cuestiones con pesimismo posee la suerte de acercarse más a una verdad trascendental. Tal es el caso de Arthur Schopenhauer quien, ya famoso por su visión desventurada del mundo y la vida, asume el papel del filósofo del sufrimiento.
Quien se aproxima por vez primera a este ilustre escritor se topará indudablemente con su magno libro "Die Welt als Wille und Vorstellung" (El mundo como voluntad y representación) que, como la crítica señala, ha opacado el resto de sus escritos hasta tal grado que se le considera autor de un único libro. Bien, si prestamos atención a sus escritos menores tendremos un panorama más amplio de su actitud filosófica.
"Los dolores del mundo" (Die Schmerzen der Welt), que encaja bien en el canon de obra menor, es acaso el más fatalista, pues de principio a fin arremete en contra de una serenidad duradera; injuria a la razón universal y niega una bondad superior que rige el cosmos. En su lugar, afirma una causalidad absurda y pandemónica que reprime todo conato del hombre, lo cual conlleva a aceptar la muerte y el miedo como motores de la voluntad humana. Si acaso hay una pizca de felicidad en este «valle de lágrimas» debemos buscarla en la contemplación artística, pero sólo será pasajera pues la liberación consiste en cesar de vivir o en el ascetismo.
En los últimos capítulos, dedicados a cuestiones misóginas, hay un sentido irónico, cruel, y, a veces, desvergonzado. Si concebimos la existencia femenina como la define Schopenhauer sumaremos más miserias al mundo.
La forma que tiene el tratado es la del aforismo o, en su defecto, la del brevísimo ensayo. Elaborado con ingenio, da cabida a un estilo más bien literario que el árido filosófico. En su estructura y contenido podemos apreciar ecos e influencias de Baltasar Gracián, Platón, los Vedas, Pitágoras o el budismo.
Reseña escrita por Irvin Payán, El Péndulo Perisur
Las reflexiones de Schopenhauer sobre el amor, la mujer, el matrimonio o el dolor se suelen leer ahora como aforismos edificantes o graciosos. Son, en verdad, trágicos e ingratos.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.