Cuaderno donde se unen los recuerdos con la cotidianidad de una vida que pasa frente a nosotros.
Una ciudad donde el sol se esconde en tazas de porcelana y la orfandad es el camino a la escuela, un viaje en pesera al ritmo de viejas cumbias. Cerrar los ojos al deseo y a los hombres al acecho que se esconden en los portales. “Un signo de aire / y cajitas chinas de otro siglo. /perfecto orden en la madeja / mitad tu/ mitad yo/ anverso y reverso/ de puntadas invisibles”.
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