El Nobel 2012
Cuenta el actual nobel de literatura —cuyo seudónimo, Mo Yan, quiere decir “no hables”— que durante su infancia las carencias estaban a la orden del día, y el hambre era lo que más aquejaba a los habitantes de su natal Gaomi. Comía lo que podía: hojas de árboles; la corteza de los mismos; carbón. Alguna vez supo de alguien que podía pagarse buenas comidas tres veces al día gracias a su trabajo, ese alguien, por increíble que parezca, era un escritor. Desde entonces Mo Yan supo que lo que tenía que hacer para saciar su hambre era escribir, sin que para ello tuviera que hacer una carrera de letras, había que escribir y ya.
El presente libro toma su nombre del primero de los ocho cuentos que en él se recopilan, mismo que está fragmentado en siete episodios. Shifu, harías cualquier cosa por divertirte es la puerta de entrada al mundo narrativo de Mo Yan, en él confluyen diversas etapas de su proceder como escritor. Al ganador del nobel de literatura se le ha etiquetado como costumbrista por tratar temas “comunes” a la sociedad de su país; pero no es solamente éste el modo narrativo que emplea, sino que también utiliza la fantasía, el humor, la fábula y hasta el realismo mágico. Este es el resultado de su ímpetu creador, el cual no obedece a una corriente específica, sino a su imaginación fértil.
Contextualizadas en la política China, las historias de Mo Yan se nos brindan a cuentagotas, con descripciones puntuales y frases cortas. Lo que comienza como el relato de una boda arreglada en “Volando”, se transforma en una fábula donde la novia trata de escapar abriendo los brazos y alzándose sobre una multitud atónita. “El hombre y la bestia”, historia cercana a la novela Sorgo rojo, explora la condición humana a través de viejas fricciones entre chinos y japoneses. “Niña abandonada” es la materia prima de Grandes pechos y amplias caderas, el tema de la predilección por los niños antes que las niñas es exhibido de manera cruda, pero dejando una enseñanza de vida. En Shifu, harías cualquier cosa por divertirte —relato llevado al cine bajo el nombre de "Días felices"— un viejo es despedido de su empleo un mes antes de que le llegue el tiempo de jubilarse, viéndose obligado a terminar con el dinero de su liquidación debido a un accidente sufrido unos días después. Luego, de forma ingeniosa, arma una cabaña en medio de un bosque para rentarla a las parejas que por ahí se entregan al placer carnal. El final, en primera instancia, resulta inimaginable.
De los ochenta relatos escritos durante los quince años previos al siglo XXI, Mo Yan eligió éstos como los más representativos de su obra. Como lo he mencionado, cada uno de ellos funciona como el tráiler de novelas que escribió antes y que escribiría después de su publicación. Una vez puestas las premisas y trazado el camino con este libro, la dirección que tome el lector dentro de la obra del nobel de literatura corre por su cuenta. El hambre que encaminó al autor chino finalmente parece que será saciada, pues hoy el sorgo está en tiempo de cosecha.
«Reseña escrita por Gamaliel González, El Péndulo Perisur»
Mo Yan sorprende con esta obra dividida en ocho relatos breves. El protagonista del primer relato es el Viejo Ding, un hombre que ha dedicado 43 años de su vida en una fábrica municipal ganadera y se ha ganado el título honorífico de Shifu o maestro. A pesar de recibir tal reconocimiento, una semana antes de jubilarse le despiden de manera inesperada. A partir de ese momento decide convertirse en un empresario. A estas alturas de su vida se adentra en el mundo capitalista, símbolo de la población china tratando de dar la cara a la China moderna. En este compendio de historias breves, el humor y la sátira se fusionan constantemente.
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