Simplemente Fadanelli
Guillermo Fadanelli es sin duda alguna uno de los mejores escritores mexicanos de la actualidad. Le ha llevado tiempo consolidarse en el mercado; ha sido un autor que pasa de boca en boca, sin embargo, después de leer unas cuantas páginas suyas, de inmediato pasa a tener un lugar en nuestras bibliotecas. Los reconocimientos le han empezado a llegar desde aquel Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada por su novela Lodo, hasta ganar recientemente el Premio Grijalbo de Novela por Mis Mujeres Muertas.
En este libro, Fadanelli nos cuenta la vida de Domingo; un ebrio que alguna vez intentó ser intelectual y paso por la Facultad de Filosofía y Letras, pero pronto abandonó todo. El alcohol fue su refugio contra la insolente vida; se hizo a un lado con tal de no molestar a nadie y pasar desapercibido porque, según él, ese es el único y verdadero deber de un borracho. Para sumergirse en el mundo de la bebida no le faltaban motivos; en un plazo muy breve perdió a las dos mujeres más importantes en su vida: su esposa y su madre. Pero el protagonista no toma para olvidar, lo hace para recordar y no quedar abatido por los sentimientos de soledad.
Una de las cosas que no debe olvidar es el encargo que le han hecho sus hermanos: poner una lápida sobre la tumba de su madre. Ese par de hermanos son la mezcla entre el bien y el mal; uno es médico, mientras que el otro es abogado. La lápida, única tarea que debe cumplir en la vida, sigue almacenada en la cajuela del viejo Shadow 1994, siendo día tras día el recordatorio de que Domingo, una vez más, ha fracasado en su única misión. La otra testigo del deterioro del protagonista es su pequeña vecina Isolda, que poco a poco irá despertando pasiones que Domingo creía olvidadas.
Fadanelli es uno de esos escritores que le han vuelto el color a las calles y avenidas del Distrito Federal, lo mismo se mete a la librería Rosario Castellanos que a El Hallazgo, para salir e ir por una cerveza a la cantina El Puente, y dejar todo esto plasmado en su libro. Es también de esos escritores duros que retratan sin tapujos la vida y atmosfera de la ciudad; se mete hasta la medula en cada narración, mostrándonos los sinsabores del sexo, la violencia y la decadencia de cada personaje y de cada sociedad.
«Reseña escrita por Alejandro Díaz, El Péndulo Condesa»
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