Continúa la magia de Liniers
Las tiras cómicas siempre han estado ligadas a los periódicos. Desde el siglo XIX, cuando fueron un buen gancho para transmitir de forma irónica alguna noticia y recordando el número ínfimo de personas que sabían leer, el dibujo fue la forma más práctica de llevar la información a las personas. Pero con el pasar del tiempo y la disminución del analfabetismo, estos dibujos de corte político-social fueron centrándose en la crítica, lo que obligó a sus realizadores a tener que utilizar el ingenio para, con unos cuantos trazos y pocos diálogos, sintetizar toda una idea.
Herederas naturales de Menchi Sábat, Miguel Rep y Roberto Fontanarrosa, las ilustraciones de Ricardo Liniers Siri (Buenos Aires, 1973) son audaces y muy provocativas. Con un disfraz de ingenuidad presentan realidades que, después de dejarnos una sonrisa en los labios, nos obligan a reflexionar sobre las cosas que hacemos. Por ejemplo los pingüinos que habitan en la Patagonia y que siempre están en búsqueda de una individualidad por más que sean semejantes unos a otros.
Liniers empezó a hacer sus bocetos desde una edad muy temprana. Después de deambular por varias revistas independientes, por fin encontró su hogar en el periódico La Nación, en él han desfilado los personajes que han vuelto a este dibujante todo un ícono en Argentina. En primer lugar, hay que citar a Enriqueta, que de inmediato fue comparada con Mafalda, pero que Liniers ha sabido llevar por un camino distinto, si bien las dos son la muestra de la pureza infantil y de una aguda crítica al mundo que nos rodea. Enriqueta ha tomado poco a poco su identidad propia, mucho han influido para ello su gato Fellini, que retrata la vida placentera de estos hermosos compañeros, y Madariaga, un oso de peluche que, sin hablar, espera justo el momento en que Enriqueta le de vida para poder experimentar aventuras extraordinarias.
Dentro de la larga lista de personajes de Liniers podemos resaltar al Robot Z25 que es un sentimental de primera, Lorenzo y Teresita, novios que viven las vicisitudes del amor, los duendes, que siempre tienen un nada sutil comentario en contra de los políticos, el señor que traduce el nombre de las películas, hombre que está siempre dispuesto a ayudar a la humanidad con las pocas palabras que conoce y, por supuesto, El misterioso hombre de negro, que siempre es muy misterioso. En esta tercera edición se incluyen “las verdaderas aventuras de Liniers”, en donde es presentado el propio dibujante con orejas de conejo, quien tiene que sortear todo tipo de obstáculos que siempre terminan siendo de lo más comunes.
Liniers es un dibujante que gracias a los medios de comunicación está llegando cada vez a más gente. Muestra de ello es lo bien que han sido aceptados sus dos libros recopilatorios anteriores que con el pasar del tiempo han demostrado no sólo seguir teniendo vigencia, ya que cuando los volvemos a ver nos hacer reír nuevamente. Con esta tercera edición pasa lo mismo, uno regresa al mismo dibujo uno y otra vez para volver a sentir esa primera sensación. Esa es la magia de este macanudo.
«Reseña escrita por Alejandro Díaz, El Péndulo Zona Rosa»
Macanudo es una de esas tiras que marcan época. Con más de once años de publicar diariamente en La Nación, de Argentina, Liniers se ha convertido en uno de los humoristas más relevantes de América Latina, considerado por muchos el sucesor de Quino. Macanudo 3 es la continuación de la saga en la que se compilan sus hilarantes y conmovedoras tiras, por las que desfilan sus ya memorables personajes: Enriqueta, Felini, Madariaga, Z-25 El robot sensible, Oliverio la aceituna, El misterioso hombre de negro, entre muchos otros que habitan el universo mental de este genial conejo con gafas, en el cual, quien decida adentrarse, sólo tiene que dejarse llevar por los colores, las formas, las reflexiones y el humor.
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