Vivimos más conectados que nunca, sin embargo, jamás habíamos estado tan solos, tan separados los unos de los otros, de nosotros mismos y del mundo natural. Nos sentimos alienados, desarraigados y angustiados. Exiliados en busca de nuestro lugar en el mundo. Y es que la pérdida del sentido de pertenencia es la gran herida silenciosa de nuestro tiempo. Solemos pensar que la pertenencia hace referencia a un lugar mítico, un lugar fuera de nosotros mismos el cual, si seguimos buscando, quizá algún día encontraremos. Pero ¿y si la verdadera pertenencia fuera una habilidad: un conjunto de capacidades o dones que hemos ido perdiendo y olvidando?
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.