"Fiestas, fiestas, me siento solo e invento una", dice Luciano Reed, Lux para Estefanía, Lucifer para Rodrigo, cuando quien lee ya se encuentra avanzado en el recorrido sin tregua, como lanzarse por un tobogán, de Todas las fiestas de mañana, de Miguel Cane. Narrada con la voz exterior de una tercera y la voz interior de una primera persona, la historia de Luciano Reed se bambolea en el tiempo, entre varios instantes del pasado que buscan asirse a un presente que sólo se alcanzará al final, allí donde se encuentra esa luz que nunca se apaga pese a un accidente -pánico y peligro- que parece, luego de denotarlo, oscurecer todo, fiestas y soledad aparte.Novela de aprendizaje tardío, la creada por Cane es lo mismo una bien labrada joya que una herida familiar abierta que de pronto sana, devenida ciactriz literaria, evidente en su fulgurante permanencia.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.