"Un libro acerca de una de las facetas más ricas y coloridas en la larga historia cultural de México". Así es como Nelson A. Rockefeller, en 1978, durante su último viaje a México, describió el libro que quería publicar sobre su impresionante colección de artesanías mexicanas. Tesoros del arte popular, mexicano.
El ensayo, publicado como prólogo, es un testimonio de su fascinación por estos objetos y una invitación a contemplar la más refinada colección de arte popular mexicano en los Estados Unidos. Este apasionante e importante acervo, que Nelson A. Rockefeller comenzó a reunir en 1933 y que está compuesto por alrededor de 3000 objetos, es un extenso registro en términos de historia, materiales y usos de las distintas obras del arte popular mexicano. Más de 130 de dichas piezas ilustran estas páginas: una máscara de centurión del Estado de México, un rebozo con hilos de oro o un sarape ingeniosamente bordado; un enternecedor ícono religioso, un elaborado árbol de la vida o una colorida escena del Día de Muertos; un juguete articulado de Guanajuato, o un elegante guaje con forma de garza de Guerrero. Cada objeto es extraordinario. A estas imágenes se agregan muchas fotografías documentales que proporcionan una interesante perspectiva histórica de los casi 50 años de coleccionismo que hicieron posible este acervo. Al prólogo, que deja ver la fascinación que ejercieron el mercado y los artesanos en la vida de Rockefeller, sigue un texto escrito por su hija, Ann Rockefeller Roberts. Ella narra cómo, a la muerte de su padre, cumplió el objetivo de publicar este libro y consiguió que dos destacadas instituciones albergaran las obras: el Museo de Arte de San Antonio y el Museo Mexicano de San Francisco.
Avon Neal, destacada autoridad en arte popular, habla de la importancia de las piezas mexicanas en el contexto del arte popular contemporáneo. Comenta los acontecimientos culturales que marcaron la época en la que Rockefeller reunió estos tesoros. Escrito por Marion Oettinger, Jr., director Betty and Bob Kelso del Museo de Arte de San Antonio, el texto principal relata la notable historia de Rockefeller como coleccionista, y señala que su interés por el arte, su predilección por América Latina y su visión personal ayudaron a crear su colección. Oettinger describe las obras de acuerdo con su función (utilitaria, ceremonial, decorativa o de juego y fantasía) y dedica su último capítulo a los artesanos de México, cuya imaginación y habilidad inspiraron a Rockefeller.
Las fotografías de estos increíbles objetos están acompañadas por comentarios de Annie O'Neill, especialista en arte popular y antigua asesora de Rockefeller en esta colección. Este libro es perfecto para aquéllos, que, como Nelson A. Rockefeller, comparten la pasión por el arte popular mexicano; y también es un llamado para los interesados en las artesanías, el arte o la historia de América Latina. La bibliografía y la cronología son valiosas herramientas para los investigadores. Las palabras de Avon Neal describen acertadamente al hombre y el acervo de los que trata este libro: "Como en todas las grandes colecciones, ésta refleja una visión personal intransferible, así como el profundo compromiso de su dueño con el arte popular. La colección de arte popular mexicano de Nelson A. Rockefeller representa una maravillosa hazaña de un hombre excepcional".
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