El abuelo de Manu tiene un resfriado terrible, y la única forma de curarlo es con tecitos de lágrimas de dragón. El problema, claro, es que conseguir un dragón no es fácil. Y hacer que llore, menos. Pero Manu está dispuesto a intentarlo.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.