La soledad, el aburrimiento y la desbordante imaginación infantil consiguen que el mito de Prometeo se materialice en un montón de envoltorios caseros. Éstos dan vida a un regalo que Arthur construye especialmente para su padre, un robot con una verborrea muy original y una firme voluntad de servir al objetivo para el que fue construido.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.