La obra poética de Maiakovski, claro ejemplo del movimiento futurista, es una protesta contra el convencionalismo poético, su vocabulario es de una riqueza extrema, lleno de neologismo audaces y versos tejidos de asonancia. Es un verdadero sentimental con voz fuerte. Agrupados en el futurismo, junto a Essenín y Pasternac, después de la Revolución Rusa de 1917, tratan de desarrollar una nueva lírica. Así, nuestro autor inicia una ofensiva contra los clásicos y emplea una nueva forma expresiva que, despoetizaba al lenguaje con vocablos toscos y locuciones vernáculas. Los comunistas exaltan a la poesía de Maiakovski, convertido en el poeta de la revolución, como vemos en su poema 150 000000 (aquí incluido) que es una verdadera crónica revolucionaria. Sus críticos se impresionan con el volumen y fuerzas de su voz y su Pedestre elocuencia.
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