En el Mediterráneo, en los días previos a la Primavera Árabe (aquellas manifestaciones en defensa de los derechos sociales y la democracia que la población árabe realizó entre 2010 y 2012), tres lobos de mar de muy diversas procedencias se afanan en sostener una farsa ante la mirada vigilante de la comunidad internacional. Será el punto de partida de una trama en la que, con el mar como hilo conductor, se cruzan las vidas de personajes variopintos que plantan cara a unas normas que no entienden de refugiados, de guerras ni de miserias. Una Odisea actual, con piratas modernos, barcos de salvamento y capitanas en un mundo de hombres, que revela las fisuras de un sistema que, bajo su apariencia de orden, va dejando que la realidad y la vida se escapen por sus grietas.
Piel de deriva es una novela rabiosamente personal en la que Paula Farias, a partir de experiencias propias, nos habla de resistencias, donde los silencios suman tanto como las palabras, y donde el lector, como en las mejores obras de Joseph Conrad, puede llegar a sentirse mecido por la mar y cómplice, con la certeza de que si sigue navegando, llegará a un puerto que desconoce, pero que valdrá la pena.
Los libros tienen el poder de insertarnos en formas de vida y acontecimientos que por lejanos nos son ajenos pero que suceden en realidad en diversas latitudes del mundo, y un ejemplo de ello es esta creación de Paula Farias, quien por su labor humanitaria conoce de primera mano la problemática que se vive en el Mar Mediterráneo, donde los barcos piratas no son cosa del pasado y donde hemos visto terribles tragedias por el fenómeno de la migración.
Posiblemente el mayor mérito de la autora es el de brindar una alta carga poética a una narración realista de hechos crudos que aunque imaginados, están basados en situaciones reales que ella ha conocido en forma directa.
Después de leer Piel de deriva, ningún lector se sentirá defraudado ni dejará de pensar que la vida es bella por dura que sea.
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