Cómo abordar el tratamiento de la adicción al sexo y sobrevivir a tan mortificante empresa.
«No es esta la crónica de un viaje que se emprendiera con fines periodísticos. Es el relato dolorosamente sincero de una crisis existencial a la que arrastraron mi propio comportamiento y las consecuencias que del mismo se derivaron.
De cual se infiere que para tal fin es imprescindible compartirles muchas cosas de las que no me siento orgulloso, y confieso que debería avergonzarme mucho más por lo que en realidad apenas lamento porque, para mi desgracia, no soy el héroe de esta historia, sino su pinche villano.»
Así arranca la largamente esperada secuela a El método de Neil Strauss, el hilarante y revelador clásico del periodismo de investigación que hiciera las delicias de la comunidad internacional de cazadores- recolectores; y convirtió a Strauss en una reverendísima eminencia entre los solteros y las solteras que abrazaron con devoción las tesis vertidas en tan libidinoso tratado.
En esta segunda entrega, Strauss se enfrenta a su mayor desafío hasta la fecha: las relaciones de pareja. Y en esta delirante y salvajemente desternillante singladura, nos invita a escudriñar las razones por las cuales hombres y mujeres se preguntan a diario:
¿Es la fidelidad eterna consustancial al ser humano? ¿Brindan las alternativas a la monogamia el camino para conseguir mejores relaciones y alcanzar la felicidad? ¿Qué nos atrae de los compañeros de venturas y desventuras que elegimos? ¿Podemos evitar que el deseo y la pasión se desvanezcan con el paso del tiempo?
La búsqueda de respuestas a esas preguntas conducirá al narrador desde los concurridos habitáculos donde se entrega, por la causa, a fastuosas orgías regadas con Viagra a las clínicas de desintoxicación para adictos al sexo, pero también a laboratorios en la vanguardia de la investigación científica y a harenes modernos; y también a su propia madre.
Lo que descubrió cambió todo lo que sabía sobre el amor, el sexo, las relaciones y, en última instancia, sobre sí mismo.
Impúdicamente sincero y adictivo sin remedio, La verdad puede tener el mismo efecto en usted. Si El método le enseñó cómo intimar con el sexo opuesto, El otro método le enseñará a cultivar y conservar las relaciones
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