La gestación de una vida humana dura nueve meses, pero la gestación de quien eres en realidad, puede ser un camino de por vida. Crecemos y nos dictan cómo debemos ser. Nos moldean y llevan a una personificación válida para los demás. Y lo creemos. Muchos abrazan eso y lo aceptan porque se ajusta a su sentir. Para Valeria no fue así. En su vida adulta terminó de comprender que no era quien le dijeron ser. Que tenía que buscar la forma de manifestarse ante la familia, amigos y trabajo. Obteniendo esa concordancia que la naturaleza le negó. En ese camino creyó en la posibilidad del amor, de una pareja. Mas no estaba lista. Ellos no estaban listos. Una barrera se presentaba cuando se desvelaba su secreto y sentía que vivía una sexualidad frustrada, por no saber enfrentar esa disparidad que tarde o temprano tenía que confesar. Valeria escribe y relata con nostalgia su búsqueda de una vida normal. Exiliada del entorno que una vez la cobijó, logra una aparente estabilidad laboral, nuevos amigos y reencuentro con amigos que decepcionó. Y aunque pareciera que alcanzó el cierre de una transición, sigue en búsqueda y esta la lleva a arriesgarse, abrigando la esperanza de encontrar un inicio nuevo y una oportunidad de entregar los apuntes de su vida, a quienes en un punto de su existencia determinan que, no eran quienes les dijeron ser. No era quien me dijeron ser, nació como cuentos inconexos, pero con los años vi que varios de mis escritos los podía clasificar por temas: historias de zonas rurales, basadas en noticias, en la adopción y la transexualidad. Este último tenía la particularidad de tener al mismo personaje y contar distintas etapas de su vida. Al percatarme de ello reuní estos cuentos y les di un orden que pretendía ser cronológico, el cual se diluyó en etapas que se cruzaban una con la otra. El orden que propongo lleva de la mano a conocer a Valeria desde dentro, en su interior y en su lucha por ser. Cada capítulo es como un cuento independiente, así que también se puede empezar por el que uno quiera, prescindiendo del prólogo, la introducción y el epílogo. Solo sé que no te dejará indiferente esta lectura, y que el orden del discurso que quieras tomar te llevará a las conexiones para ver algo más que una persona transexual. Ver al ser humano que ella es. No era quien me dijeron ser, tuvo esta naturaleza por sí misma. El porqué, no lo sé, así le parí, así me lo dictó Dios. Espero te des la oportunidad y llegues al final.
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