Sinopsis
«Mi querido Martín, la vida de un hombre es una suma; nada es vacuo, nada es vano, nada es accesorio. Cultiva dos cosas: la memoria y la voluntad.»
Hernán Cortés toma la pluma nuevamente hacia el final de su vida. Esta vez no se dirige al emperador ni a un numeroso y anónimo lector, sino a su primogénito, Martín Cortés, hijo de la Malinche, para contarle su vida. Le habla de su infancia en Medellín, de sus días de estudiante en Salamanca y, por supuesto, de su llegada al Nuevo Mundo y de sus amores con doña Marina. Acompañamos a Martín en el descubrimiento de sus padres. Hallamos a una mujer dulce y determinada, arquitecta del México moderno. Encontramos a un conquistador victorioso que detesta la guerra y a un hombre poderoso que desconfía del poder, pues para él es sólo un medio para acceder a la libertad más plena.
Cortés le confiesa a su hijo que ha sido muchos hombres, que tiene el alma vagabunda y que ama conquistar. Pero su conquista más grande no fue la de un territorio, sino la de la memoria. Gracias a su ingenio pudo salvar para la eternidad la crónica de su aventura por el Nuevo Mundo, y así dejó escrita, bajo el manto protector de un artificioso seudónimo, su
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.
Con esta novela, el historiador Christian Duverger completa la desmitificación de Hernán Cortés. Rigurosamente basados en los archivos y las crónicas del siglo XVI, los hechos de esta autobiografía ficcional reflejan a un literato, a un hombre del Renacimiento absolutamente cautivado por el mundo indígena y, sobre todo, convencido de que el mestizaje era la clave para forjar una realidadmejor.
Memorias de Hernán nos recuerda que, en ocasiones, sólo la ficción puede desentrañar la historia verdadera.