Cuando se cruzaron en una reunión social, ambos ya eran reconocidos como artistas. Él estaba lejos de su sufriente Polonia; ella brillaba en un Paris que se hacía eco de sus escándalos. George Sand, con su atuendo viril y sus modales desprejuiciados, impresionno mal al músico. Ella en cambio, quedó prendada de Fredericy se dio a la caza de aquel ser necesitado de afecto y reacio a recibirlo.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.