Somos, por definición, animales aventureros. Sentir cómo la pasión de la aventura corre por las venas es una sensación de plenitud tan prodigiosa que, una vez puesta en marcha, ya no vuelve a abandonarnos. Quienes practican el alpinismo, la espeleología o el vuelo libre obtienen no sólo una satisfacción física, de control sobre el propio cuerpo, sino también intelectual, pues se toma conciencia de nuestras fragilidad frente al medio, nuestras posibilidades y límites, así como de la belleza del mundo que nos rodea, que nos inunda a través de todos los sentidos. Los deportes de aventura tienen en común que nos hacen establecer una relación especial frente a los paisajes y que exigen un esfuezo imprescindible para, a su vez, conquistarlos. Nada se consigue sin lucha, pero esa lucha nos hace más fuertes y más libres.
Los deportes que se tratan en esta guía son: Alpinismo, escalada, espeleología, descenso de cañones, puénting, orientación, pruebas multidisciplinares, senderismo, bicicleta de montaña, vehículos todoterreno, recorridos ecuestres, aerostación, ala delta, parapente, paracaidismo, caída libre, ultraligeros, piragüismo, rafting, hidrospeed, submarinismo, vela, surf, windsurf, flysurf, esquí acuatico, esquí de fondo, esquí extremo, trineos, tiro con arco y supervivencia.
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