Paradigma de pintor atormentado, de genio solitario que no tuvo éxito en vida, Vincent van Gogh es ahora uno de los pintores más importantes en la historia del arte. Pero ¿cómo surgieron sus obras más emblemáticas, como Los girasoles o El dormitorio de Arlés?
Vincent mantuvo con su hermano Théo una relación que sería determinante en su existencia y en su trayectoria artística. La correspondencia que ambos intercambiaron –entre 1873 y 1890– nos permite tener información de primera mano para conocer al hombre y al artista: sus amores, alegrías, la depresión y soledad, su confusión mental, pero sobre todo nos deja ver la evolución de su pintura, de sus trazos, de su teoría del color.
Un epistolario como pocos, gracias al cual es posible adentrarse en la vida ese artista siempre oscilante entre la oscuridad de su vida y la luz de su pintura.
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