A veces Beto se enfada. Con su hermano mayor. Con el maestro.
O con el mundo entero. Entonces se mete en el cesto de la ropa.
«¡Que todo el mundo se vaya al diablo!» Beto comienza a caer.
El mundo ha desaparecido. Su deseo se ha hecho realidad.
¿Y ahora qué? Beto tendrá que volver a crear el mundo, pero
lo hará como él quiere que sea.
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