Publicada en 1956 por una pequeña editorial mallorquina, Bearn apenas vendió entonces dos docenas de ejemplares. Meses antes había sido finalista en el Premio Nadal que finalmente ganó El Jarama de Sánchez Ferlosio. Villalonga entendió que su narrativa de carga proustiana, su prosa sutil y plagada de juegos de espejos, estaban condenadas a una humillante derrota frente al realismo hegemónico. En 1961, sin embargo, apareció una versión catalana que inmediatamente despertó elogios y entusiasmos. Porcel, el escritor que mejor conoció a Villalonga, afirma que el relato fue concebido en castellano en 1936… No importa, estamos ante una de las mejores novelas españolas del siglo xx. Es el retrato melancólico de un mundo en inevitable decadencia, sólo equiparable a "El gatopardo de Lampedusa", de Giuseppe Tomasi, que se publicaría en 1958.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.