Este "Rodin" de Rilke no es el libro de un crítico que concurre a una galería de arte o a un museo, se planta ante la obra del artista, la contempla, la estudia y se retira a escribir sobre ella. Esta obra ha sido escrita mientras veía trabajar al maestro y lo oía exponer la concepción de su arte y sus ideas sobre sus propios trabajos; mientras aprendía él mismo "algo de la esencia de la creación".
Se comprende así el poderoso efecto de inspiración que debían tener esas palabras en el joven poeta. ¿Es posible que un pintor influya tanto en la obra de un poeta? El propio Rilke escribe en una carta: "cuán ampliamente esta influencia directa y múltiple del gran escultor superó todas las de procedencia literaria, y las hizo, en cierto modo, superfluas". Si bien Rodin no podía enseñarle nada relativo a la escritura sí le ayudó a descubrir el secreto del Arte.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.