La fierecilla domada, concebida formalmente como un divertimento, es mucho más que la historia de las relaciones de poder en el matrimonio de Petrucho y Catalina. Esa dialéctica contiene una carga subyacente de intenso erotismo; se apunta una trama secundaria de ecos románticos, plena de cambios de personalidad y de disfraces, en los que resuenan las voces de Ariosto, Plauto o Terencio. En La comedia de las equivocaciones, en tiempos en que ya se prefigura el racionalismo cartesiano, Shakespeare nos vuelve a poner de manifiesto -de una manera lúdica y subversiva- que la idea del autoconocimiento es una falacia en el ser humano: siempre existen resquicios por los que fluyen desbordados los sentimientos y las pasiones.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.