Vale la pena amar a pesar del dolor, porque este lazo deja una huella imborrable en nuestra vida. La tristeza se disipa, pero el amor permanece.
Los animales de compañía son una prueba de amor incondicional en nuestra vida. Nos vuelven más pacientes, nos obligan amorosamente a fomentar hábitos saludables y nos enseñan lo valioso que es vivir el presente. Por eso cuando mueren, nos invaden la tristeza y el desconcierto, pues nuestro mundo ha cambiado y el vacío de la casa se nos viene encima.
El sufrimiento por la pérdida de una mascota suele ser minimizado o incomprendido por los demás. Pero si el amor es real, el dolor es real. En Tu huella en mi vida, Gaby Pérez Islas, la tanatóloga más prestigiosa de México, nos acompaña a transitar y trabajar la ausencia de nuestros mejores amigos, ya sean perros, gatos, peces u otra especie.
Esta guía, con herramientas y testimonios, nos ayudará a despedirnos con cariño, a encontrar paz en caso de una pérdida por accidente, a manejar la culpa y a salir fortalecidos del duelo, solo así podremos honrar todas las veces en que nuestros compañeros mejoraron los días difíciles, nos escucharon sin juzgar y nos hicieron inmensamente felices con su complicidad.
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