Viaje al centro de las letras es ante todo un libro de autor, no porque Carlos Martín Briceño sea el responsable de su financiamiento y publicación en verdad no es tal el caso-, sino por tratarse de una antología un tanto rara y caprichosa de textos de origen y géneros diversos, reunidos a partir de la personal inquietud de no dejar cabos sueltos en la trayectoria creativa.
Ensayos, crónicas, remembranzas y discursos integran este volumen que nos permite conocer y reconocer tanto al destacado y comprometido escritor como al hombre dentro y fuera del ambiente literario.
A los que conocemos de cerca su obra y aun para sus nuevos lectores, este libro nos brinda la oportunidad de pasar un excelente rato de lectura dinámica y reflexiva, aunque también divertida y voyerista, toda vez que Carlos no tiene pelos en las teclas a la hora de contarnos sus cuentos, saberes y devaneos. La autocensura es un lastre asqueroso que él siempre ha podido evitar. ¿Lo imaginan bailando como Shirley Temple o con el cuello rodeado por las piernas de una mulata? No, ¿verdad? Yo tampoco, pero él aquí todo nos lo cuenta.
En este paseo por sus recuerdos y vida literaria destaca la presencia de Mérida como referente y motivo de escritura. La Ciudad Blanca es ambiente y personaje cuando se habla de Juan Villoro, José Emilio Pacheco, Juan García Ponce, Rafael Ramírez Heredia, Raúl Rodríguez Cetina y hasta ¡Franz Kafka! De alguna u otra manera el autor de este viaje también inserta o ensarta a la capital de Yucatán en sus anécdotas de infancia, hazañas etílicas de reciente juventud, la faena de educar a los hijos y, en general, a lo largo y ancho de todo el libro. Aquí comprobamos la importancia e influencia del lugar de nacimiento en la obra de todo artista. Y esto no está nada mal, pues la nuestra es una ciudad que siempre ha sido y seguirá siendo romántica, terrible, adictiva, inspiradora.
Advertencia: Las existencias de nuestro sistema no son precisas al 100%, por lo que antes de dirigirte a una de nuestras sucursales, te recomendamos que llames por teléfono para confirmar su disponibilidad.