¿Cómo unir literatura y Filosofía?: leyendo a uno de los escritores más representativos del siglo XX en lengua española: Miguel de Unamuno (1864-1936). Aunque sus primeras obras se publicaron a finales del siglo XIX, en sus grandes novelas existen muchos aspectos que lo ubican en el inicio de una tradición literaria renovadora que cambió el modo de escribir y leer. La tía Tula (1921) es una novela donde se exalta la figura femenina por encima de cualquier personaje masculino. En el prólogo a esta novela, el autor compara a su protagonista, Gertrudis, con Antígona, la heroína de la trilogía de Sófocles, rebelde por solidaridad. Tula es una ola gigantesca que desbarata las débiles intenciones masculinas de los tenues varones con los que vive. Gertrudis es el gran ejemplo de amor solidario entre mujeres, del amor de hermana, de la virgen-madre que se sacrifica por los sobrinos en medio de grandes dudas existenciales. Aunque es una novela escrita siete años antes de La tía Tula, Niebla (1914) despliega una gran cantidad de recursos narrativos que ha contribuido a leerla como una obra contemporánea. Unamuno, propuso una discusión sobre la creación literaria, el derecho a existir de sus personajes y su desesperación al intentar independizarse; él mismo figura como personaje frente al principal, Augusto Pérez, en uno de los diálogos de la novela. En Niebla, cruzó la realidad con la ficción, invirtiendo en cada momento estos conceptos como una forma de sugerir la ansiedad por la muerte. Es una novela con un argumento sencillo, una obra de gran profundidad sicológica que cuestiona las nociones de realidad y sueño, en medio de la agonía del ser humano por hallarle sentido a la existencia.
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