Si Cristóbal Colón descubrió nuestro continente americano, ¿por qué no lleva su nombre? Será porque nunca salió de su error, pensó, que por fin, Occidente habría encontrado un camino hacia la misteriosa India. Sin embargo, fue el primer navegante del que se tenga registro, que surcó los mares de nuestras costas.
Con vertiginosa claridad, el ensayista vienés Stefan Zweig, reconstruye la vida y empresas del cosmógrafo, comerciante y conocedor de los océanos, Américo Vespucio.
Hacia 1503 llegó un manuscrito para el rey de Portugal que se intitulaba "Mundus Novus", crónica de viaje de Vespucio hacia tierras desconocidas. Este documento, más unas cartas redactadas posteriormente, es lo único que escribió el viajero. Dice Zweig: jamás escritor alguno ha cobrado tanta inmortalidad con tan poca obra literaria: 32 páginas. La gracia y detalles del relato, así como el fresco tono de novedad y misterio, provocaron que se imprimiera por toda Europa, hasta el punto de llegar a una antología cuyo título sugería que Vespucio fue el descubridor de América. Desde este momento, se bautizaría al continente nuevo con su nombre.
Lo cierto de todo, es que el (re)descubridor del continente, tenía la certeza de estar frente al "Nuevo mundo". Con este simple hecho, la cartografía humana creció y desdobló sus límites. Américo Vespucio fue el primero en denotar, que la cosmografía del sabio Ptolomeo, utilizada durante siglos, se tendría que replantear.
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