Transvaloración de los valores
La crítica hegemónica ha dicho que este es el libro más cruel de Nietzsche, quizá entendiendo por 'cruel' la forma casi descarnada en que presenta y desarrolla los conceptos de este ensayo. Buscando encontrar los orígenes de conceptos básicos para el actuar moral, y cómo ha sido su devenir, nos presenta una interpretación muy sugerente e impactante de problemas clásicos de filosofía moral.
El libro está dividido en tres tratados. El primero de ellos examina los conceptos de “bueno” (gut) y “malo” (schlecht). Lo hace desde una perspectiva histórica o genealógica, encontrando que el vocablo ‘gut’ significaba originariamente hombre de rango superior, noble, poderoso, señor; ‘schlecht’, por su parte, se refería al hombre simple, al hombre vulgar y bajo. Estas categorizaciones fueron subvertidas posteriormente por la interpretación judeo-cristiana, en donde según la visión de Nietzsche el resentimiento hizo una transvaloración: lo bueno (gut) y lo malvado (böse). Así, lo malvado pasó a ser lo que en un inicio era lo bueno, es decir el señor, el poderoso, y en su lugar se llamó bueno a lo que antes era malo, a saber el hombre bajo, vulgar, débil.
El segundo tratado analiza los conceptos de la culpa (shuld) y la mala conciencia. Nuevamente Nietzsche hace un análisis genealógico. En un inicio la idea de deuda significaba una relación entre un acreedor y un deudor en un sentido material, dicha idea no implicaba una responsabilidad moral. Y la mala conciencia proviene de esta culpa: si el acreedor es la sociedad, y quien contrae la deuda y comete la culpa, traiciona a esta sociedad, ésta deja caer sobre él los castigos más brutales. De esta forma el hombre se encuentra sujeto siempre a los preceptos de la sociedad, como encarcelado en ella, e incapacitado de poder descargar hacia afuera sus instintos los descarga en cambio hacia adentro, en una forma de interioridad llamada mala conciencia.
El tercer tratado versa sobre los ideales ascéticos, haciendo la pregunta filosófica por excelencia: qué son. Pasa revista a artistas, sacerdotes y filósofos, identificando en ellos los distintos significados de estos ideales. Finalmente, colige que el sentido del ideal ascético es una valoración negativa: la vida es admitida sólo si ésta se niega a sí misma. Así se justifican muchas filosofías y preceptos religiosos que han transvalorado verdades, llamando verdadero a un mundo inexistente, el creado por ellos mismos, y negando a su vez el mundo en el que de hecho están, viviéndolo y padeciéndolo.
Finalmente, la propuesta de Nietzsche es la de un reaccionario de primera línea. La superación de todas estas tergiversaciones, el volver a entender los valores como originariamente surgieron, está en un nuevo ideal: el superhombre. La consumación de este nuevo ideal es sumamente necesario, ya que es el antídoto a una enfermedad que padece el hombre moderno: “prefiere querer incluso la nada a no querer”. Este falso valor, que provoca falsos ideales, es lo que se tiene que transvalorar, la tarea del superhombre.
«Reseña escrita por Juan Carlos Sánchez, El Péndulo Web»
Nietzsche realiza en La genealogía de la moral un ejercicio de aplicación de su psicología de la 'voluntad de poder'. Se trata de derivar todas las nociones espirituales a partir del cuerpo, entendido este como un conjunto de pulsiones reducidas, en último término, a la voluntad artística de poder, o fuerza en que consiste la vida.
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